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¿Qué es la cinetosis y qué relación tiene con el oído?

La cinetosis, comúnmente conocida como mareo por movimiento, es una afección que afecta a muchas personas cuando viajan en coche, avión, tren o barco. Este trastorno se produce cuando hay una discrepancia entre las señales sensoriales enviadas al cerebro, principalmente desde el oído interno, los ojos y el sistema músculo-esquelético. La cinetosis puede provocar síntomas incómodos como náuseas, vómitos, vértigo y sudor frío. A continuación, exploraremos en detalle qué es la cinetosis, cómo está relacionada con el oído, sus síntomas y factores desencadenantes, así como los métodos efectivos de tratamiento y prevención para aliviar y evitar sus efectos.

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¿Qué es la cinetosis y qué relación tiene con el oído?

La conocida como cinetosis es la consecuencia directa de la respuesta del cuerpo a la percepción de un movimiento inusual. No importa que este sea real o aparente, ante este agente desestabilizador se genera esta respuesta que forma parte de los vértigos fisiológicos.

El introductor del término cinetosis fue Rosembach, para hacer referencia a los síntomas producidos por las aceleraciones intensas o novedosas de forma repentina, sin dar tiempo al individuo a adaptarse. 

Además, cabe aclarar que sufrir la llamada enfermedad del movimiento no implica una mala salud auditiva.

Relación con el oído

¿Cuál es exactamente la relación de la cinetosis con el oído? Con el movimiento, el aparato vestibular se estimula, pero cuando se hace de manera excesiva es cuando se produce la cinestosis.

Es el cerebro el que percibe el movimiento a través de las señales que recibe del oído interno, los ojos, los músculos y las articulaciones. Cuando estas señales percibidas no coinciden entre sí es cuando la cinetosis se manifiesta con síntomas como el mareo.

Síntomas y factores desencadenantes

Los síntomas más comunes que produce la cinetosis son las náuseas y los vómitos. Pero estos vienen precedidos por otros que en ocasiones pueden pasar desapercibidos como la cefalea, el malestar general, la fatiga, el vértigo, la salivación, la palidez, el sudor frío o la hiperventilación.  

Si bien es cierto que en ocasiones estos síntomas se manifiestan al principio de estos cambios y, con la exposición prolongada a este tipo de movimiento, cesan. También es posible que se prolonguen en el tiempo, dando lugar a consecuencias más severas

Por ejemplo, en el caso de una cinetosis prolongada con vómitos se puede llegar a experimentar síntomas asociados como hipotensión arterial, deshidratación, inanición o depresión. De hecho, la cinetosis puede ser incluso una complicación grave de otras enfermedades.

Pero, ¿cuáles son las situaciones más comunes en las que se produce? Lo habitual es que se produzca en personas que viajan en automóvil, avión, tren o barco. Además, es posible experimentarla a cualquier edad, aunque suele ser más común en niños, embarazadas y personas con medicaciones específicas.

Tratamiento y prevención

El tratamiento para la cinetosis se basa esencialmente en la prevención de los síntomas que produce. Uno de los más comunes es la administración de fármacos que depriman la reactividad del laberinto auditivo. Si bien es cierto que este tipo de medicamentos suele producir cierta somnolencia, la realidad es que han demostrado ser los más efectivos. También existe la posibilidad de combatir síntomas que ya se experimenten como pueden ser las náuseas en caso de que estas se produzcan. 

Sin embargo, como ocurre con otras afecciones, la prevención juega un papel fundamental. Por este motivo, algunos consejos para prevenir la cinetosis, además de consumir las llamadas “pastillas para el mareo” que pueden adquirirse en farmacia, son:

  • Evitar leer durante un viaje, ya sea en papel o en digital. Lo mismo aplica a la consulta de mapas en los viajes en carretera. 
  • Respirar aire fresco en la medida que sea posible en los viajes en coche. En los viajes en autobús o avión lo ideal es recurrir al aire acondicionado.
  • Procurar viajar siempre en el sentido del desplazamiento, de manera que la mirada vaya de forma natural hacia el horizonte. 
  • Situarse en la zona de menos movimiento. En el caso de los aviones sería el pasillo a la altura de las alas, mientras que en el barco hablaríamos de la zona intermedia entre popa y proa.
  • Comer algo ligero antes de viajar, evitando comidas pesadas como fritos o grasas. Es preferible necesitar detenerse varias veces a lo largo del viaje para comer algo, así también se evitarán las distracciones al volante.
  • En caso de recurrir a medicación es necesario recordar siempre tomarla con antelación al viaje y siempre, en la medida de lo posible, con prescripción médica, aunque pueda adquirirse sin receta.

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