¿Qué es y cómo trabajar la memoria auditiva?
La memoria auditiva, también conocida como memoria ecoica, es la encargada de recordar y almacenar la información sonora que recibimos del entorno a corto plazo. Pero su labor va más allá de la conservación de esta información, ya que la ordena de forma secuencial para que no perdamos ningún detalle. Una vez atraviesa el procesador auditivo central este transforma el sonido en conceptos mentales y forma imágenes sonoras que retenemos en el cerebro.
La falta de esta memoria auditiva lleva aparejada una serie de patologías como dislexia, síndrome de déficit de atención e hiperactividad, trastornos del lenguaje o deterioro cognitivo.
¿Por qué es tan importante la memoria auditiva?
La importancia de la memoria auditiva reside en que esta es una pieza clave para la supervivencia de cualquier persona. Perder esta capacidad puede suponer una experiencia traumática para un adulto, pero su ausencia es aún más importante en el desarrollo de los más pequeños. En el caso de los niños, la ausencia de memoria auditiva secuencial puede afectar severamente a su aprendizaje y a su desarrollo del lenguaje.
Para entender mejor la importancia que tiene este tipo de memoria basta con poner algunos ejemplos:
- Es la responsable de que podamos reconocer las voces de las personas que conocemos
- Permite que respondamos rápidamente a una pregunta si conocemos su respuesta
- Asegura que podamos recordar el nombre de una persona a la que acabamos de conocer
- Consigue que podamos recordar una dirección o un número de teléfono
La memoria auditiva y los niños
Como hemos mencionado previamente, la memoria auditiva es la que permite que recordemos las cosas que acabamos de escuchar. Por este motivo, los niños que presentan una memoria auditiva débil encuentran problemas en el desarrollo de su aprendizaje y del lenguaje. Estos niños no son capaces de recordar rimas y letras de canciones infantiles, aprender a través de recitación o recordar información que no esté escrita cuando ya saben leer.
Y, si bien es cierto que en algunos casos puede tratarse de patologías ajenas a la audición como la dislexia o el trastorno de déficit de atención. La realidad es que también puede deberse a problemas de audición como la hipoacusia.
Síntomas de problemas con la memoria auditiva
Cuando no está asociada a problemas de audición, la falta de memoria auditiva puede ser producida por trastornos que producen dificultades en el procesamiento de la información que se oye. Entre estos problemas se encuentran la discalculia, la dislexia o el síndrome de déficit de atención, tal y como ya hemos mencionado.
Por este motivo resulta imprescindible prestar atención a los más pequeños durante su aprendizaje, de manera que puedan detectarse potenciales problemas de memoria auditiva que puedan retrasar su aprendizaje. Algunos de los signos de que un niño puede sufrir déficit de memoria ecoica son:
- Contar en el orden incorrecto
- Dificultad para memorizar números
- Dificultad para aprender el abecedario
- Dificultad para deletrear
- No recordar órdenes recibidas verbalmente
- Dificultad para memorizar hechos en el orden ocurrido
- Necesidad constante de que se le repitan las cosas
- No poder repetir canciones, poemas o cuentos
- Dificultad para recordar información
Cómo mejorar la memoria auditiva
Aunque supone un trastorno crítico para el desarrollo de los niños y la vida de las personas con deficiencias, la memoria auditiva puede mejorarse trabajando diariamente siguiendo algunos consejos como los siguientes:
- Solución de problemas auditivos: Si una persona tiene problemas de audición lo fundamental es tratarlos para impulsar la mejora de la memoria auditiva.
- Estimulación cognitiva: Mantener activa la mente y dedicar algún tiempo a los juegos cognitivos puede ser una gran ayuda.
- Repetir y repasar: Leer, repetir y repasar lo que se ha leído ayuda a mejorar la retención de la información en la memoria.
- Practicar tareas auditivas: Haciendo ejercicios que supongan escuchar y seguir instrucciones.
- Escuchar atentamente: Centrarse por completo en la escucha activa de una persona o de un sonido.
En lo que respecta a los más pequeños, es posible ayudarlos a asimilar mejor el lenguaje y trabajar su memoria auditiva con algunas actividades específicas que pueden realizar cada día. De esta manera no solo la estimularán, sino que además se divertirán:
- Jugad a imitar sonidos. El pequeño tendrá que repetirlos en el mismo orden secuencial que vayan apareciendo, fomentando su memorización.
- Trabajad en una maleta imaginaria. Cada uno tendrá que ir añadiendo un objeto a esa maleta mientras repite la secuencia de los que ya están dentro y añade el último.
- Cuéntale un cuento al día y al final hazle preguntas sobre el cuento que acabáis de leer para ayudarle a procesar la información y retenerla.
La memoria auditiva juega un papel fundamental en la vida diaria de los adultos, ya que nos permite procesar y retener la información que escuchamos. Es la primera en deteriorarse cuando existe pérdida auditiva no tratada, lo que puede dificultar la comprensión del habla, especialmente en ambientes ruidosos. Cuando la memoria auditiva se ve afectada, la persona puede tener dificultades para entender frases largas o cuando le hablan rápido.
Además, la memoria auditiva no solo afecta la comprensión del habla en el momento presente, sino que también puede ser un indicador temprano de problemas más profundos. Su deterioro puede ser la antesala de dificultades en el procesamiento auditivo y el deterioro cognitivo. Por lo tanto, mantener una buena salud auditiva y abordar cualquier pérdida auditiva de manera oportuna es crucial para preservar la memoria auditiva y prevenir posibles complicaciones cognitivas en el futuro.
