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¿Qué es la hipoacusia bilateral y por qué se produce?

Cuando hablamos de hipoacusia bilateral nos referimos a una reducción auditiva que puede ser leve, media o severa que afecta a ambos oídos del individuo. Algunos de los síntomas más comunes son la dificultad para entender y mantener una conversación con otra persona, confundir términos similares o no escuchar ruidos comunes en el día a día como pueden ser el sonido del teléfono o del timbre.

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Sin embargo, no podemos hablar de que exista una única hipoacusia bilateral, sino que podemos distinguir tres tipos diferentes en función de su origen:

  • Hipoacusia bilateral conductiva
  • Hipoacusia bilateral neurosensorial
  • Hipoacusia bilateral mixta

 Impacto en la calidad de vida

De la misma manera que ocurre con otros trastornos limitantes como puede ser la fonofobia, aunque esta no sea una enfermedad auditiva, la hipoacusia bilateral condiciona la vida de quien la padece en mayor o menor medida en función de su gravedad.

La hipoacusia bilateral es diagnosticada en muchos casos de manera tardía ya que, al darse la pérdida auditiva de forma progresiva resulta más complejo identificar los síntomas. Por este motivo, ante cualquier sensación de pérdida de audición, ya sea leve, moderada o grave, lo recomendable es ponerse en manos de un especialista para tener un diagnóstico preciso. 

Aparte de los mencionados previamente, otros síntomas que pueden evidenciar una pérdida de audición son:

  • Necesitar subir el volumen de la televisión más de lo normal.
  • Dificultad para mantener conversaciones en lugares ruidosos.
  • Pedir a los demás que repitan lo que han dicho. 

Hacer uso de la lectura de labios para ayudarse a entender lo que el comunicador dice.

Causas y factores desencadenantes

Al contrario de lo que ocurre con la presbiacusia, la hipoacusia bilateral es susceptible de afectar a personas de cualquier edad, desde niños hasta personas de la tercera edad. Pero, al igual que ocurre con otras enfermedades, la mayor parte de los que la sufren se encuentra localizada en un sector de edad concreto, las personas de mediana edad.

Entre las causas de hipoacusia bilateral más comunes distinguimos las siguientes:

  • Presencia de un objeto extraño en el conducto auditivo. 
  • Acumulación de cerumen en el canal auditivo. 
  • Neuroma acústico.
  • Traumatismos provocados por fuegos artificiales, explosiones o disparos.
  • Síndrome de Ménière.
  • Tratamiento con determinados medicamentos. 
  • Infección de oído.
  • Tímpano agujereado. 
  • Presencia de líquido en el oído. 
  • Cicatriz en el tímpano. 

Pero, para ser más precisos, es necesario tener en cuenta no solo las causas más comunes, sino también las específicas que provocan cada uno de los tipos de hipoacusia bilateral de los que hemos hablado. Así pues, es posible encontrar:

  • Hipoacusia conductiva bilateral: Generalmente causada por otitis, tapones de cera o la presencia de cuerpos extraños en el conducto auditivo, ya que esta afecta al oído externo.
  • Hipoacusia neurosensorial bilateral: Se produce por la lesión o enfermedad de las terminales nerviosas que transmiten el sonido a través del oído interno. Suele afectar por tanto al nervio acústico y está presente tanto en niños como en adultos. Su desarrollo es muy lento. 
  • Hipoacusia mixta bilateral: Generada por un déficit de transmisión y neurosensorial, supone la combinación de las previamente explicadas, aunque es cierto que en ocasiones puede deberse al agravamiento de una patología del aparato de transmisión. 

Diagnóstico y tratamiento

Teniendo en cuenta los tres tipos de hipoacusia bilateral de los que hemos hablado, también es necesario distinguir tres formas diferentes de diagnóstico, así como de tratamiento. De esta manera podemos concluir lo siguiente:

  • Hipoacusia conductiva bilateral: Debe ser diagnosticada por un profesional tras la realización de pruebas de escucha y comprensión de palabras al afectado. Una vez obtenido el resultado positivo se busca la solución que mejor se adapte a las necesidades auditivas de la persona como puede ser el uso de audífonos.
  • Hipoacusia neurosensorial bilateral: Tras el diagnóstico por parte de un otorrino se puede recurrir, o bien al uso de audífonos o, de no ser estos suficientes, a un implante coclear que convertirá las señales acústicas en señales eléctricas que podrán transmitirse directamente al nervio acústico sin afectar las estructuras dañadas el oído interno. 
  • Hipoacusia mixta bilateral: Tras la consulta con el especialista y su evaluación del estado auditivo y anatómico se propone una solución que, por lo general, supone el uso de un audífono o bien, en los casos más graves, la realización de una intervención quirúrgica. 

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