Niños hipoacúsicos: ¿Cómo actuar ante ello?
Hipoacúsicos hay muchos, de distintas edades y con diferentes niveles de hipoacusia, pero hoy queremos hacer hincapié en los más pequeños, en los niños que sufren de hipoacusia o de sordera. ¿Qué significa tener niños hipoacúsicos? ¿Qué supone padecer esta dolencia auditiva para ellos y para sus familias?
Ser hipoacúsicos (que es exactamente lo mismo que ser hipoacústicos, otro sustantivo que también se utiliza para ello, aunque menos frecuente), implica padecer de pérdida auditiva, que normalmente va desde leva hasta moderada. Más allá de estos niveles ya entramos a hablar de sordera y de problemas más considerables.
Según el INE, el Instituto Nacional de Estadística, los problemas de hipoacusia y sordera afectan en nuestro país a entre 1 y 5 recién nacidos de cada 1.000. Estos niños, para crecer sanos, deben contar desde el minuto uno con el apoyo familiar y con que su entorno acepte y afronte el problema de la mejor manera posible.
Lo principal en su tratamiento será que la familia, siempre con una actitud positiva, consiga estimular lo antes posible el desarrollo del lenguaje en él. Para ello contarán con la ayuda de diversos especialistas médicos (otorrinos, logopedas, psicólogos…), que ayudarán al niño. Siempre hay que tener en cuenta que, de pequeños, comenzamos nuestra historia vital dentro de la familia, con quienes construimos nuestras primeras relaciones sociales y descubrimos la manera de comunicarnos.
La hipoacusia afecta al aprendizaje de estos niños, por lo que es necesario que se les estimule auditivamente y en el lenguaje. Las padres han de interactuar con ellos lo máximo posible (hablar, cantar, jugar), teniendo en cuenta que una estimulación temprana es muy positiva, además de que fortalece los vínculos familiares y es una base sólida para su aprendizaje. Es bueno que los niños con pérdida auditiva estén rodeados de estímulos de lenguaje y sonido, ya que les ayudará a reconocerlo y a aprender a comunicarse. También es positivo que interactúen con otros niños con hipoacusia.
Cómo detectar y tratar la hipoacusia en niños
“Un diagnóstico temprano de hipoacusia es muy importante, ya que permite intervenir de manera inmediata para evitar las consecuencias irreversibles en el desarrollo del lenguaje y en la percepción cognitiva del niño”, comentan desde la Asociación Española de Pediatría. El IOM (Instituto de Otorrinolaringología y Cirugía de cabeza y Cuello de Madrid) nos indica claramente cómo detectarla y cómo tratarla.
Otra pieza fundamental para estos pequeños, además de la familia, es el acompañamiento de los especialistas para que recorran con ellos este camino de aprendizaje. Si el niño es diagnosticado, su tratamiento ha de ser interdisciplinar, habiendo estrecha colaboración entre el pediatra, el otorrino, el logopeda, el psicólogo y el audioprotesista.
Aunque no existe una “escuela para hipoacúsicos” como tal, bien es cierto que una educación especializada en el colegio será la última de las piezas del puzle. De esto hablaremos en el siguiente punto.
Respecto al tratamiento de la hipoacusia infantil, que requiere de una atención temprana al bebé desde que se le diagnostica y de las atenciones familiares que ya hemos referido, existen diversas opciones. Dependiendo de cada caso, serán necesarias algunas de las siguientes:
- Tratamiento logopédico.
- Tratamiento audioprotésico. Si es necesario, se adaptarán audífonos para hipoacúsicos en cuanto sea posible. Aunque puede que no “arreglen” del todo la hipoacusia, sí aprovecharán al máximo la audición residual del niño.
- Tratamiento quirúrgico. En algunas ocasiones hay que recurrir a los implantes cocleares u otras prótesis auditivas ancladas al hueso.
- Trabajo constante con el especialista, con el que sea más adecuado en cada caso.
- La participación en grupos de apoyo.
- El apoyo de alguna asociación o fundación para sordos puede resolver muchas dudas. Ayuda y es siempre muy beneficioso. Existen multitud de ellas por todo el país, como por ejemplo la Asociación de Sordos de Madrid o, a nivel nacional, la Confederación Española de Familias de Personas Sordas.
Los niños hipoacúsicos y el colegio
Hay también que tener claro a qué colegio acudirá el niño. La mayoría de ellos sólo trabajan con algunos apoyos para la comunicación sin priorizar las necesidades de los hipoacúsicos, por lo que lo ideal sería elegir un colegio con herramientas específicas para la educación de niños con pérdida auditiva.
Existen colegios con recursos y metodología determinados para facilitar la educación de niños con pérdida de audición, que tienen en cuenta sus necesidades y que trabajan tanto el lenguaje oral como el de signos. En ellos se cuidan las condiciones acústicas del entorno y los niveles de ruido, se da información a todos los alumnos sobre la hipoacusia para que comprendan la situación de sus compañeros afectados, se les facilita la visibilidad y la lectura de labios a los hipoacústicos…
Estos centros también cuentan con otras herramientas para conseguir sus fines, como pueden ser:
- Asientos prioritarios.
- Número reducido de alumnos por cada clase.
- Material audiovisual y subtítulos.
- Amplificadores de sonido.
- Auriculares para hipoacúsicos y dispositivos bluetooth. Este tipo de tecnología inalámbrica también puede conectarse con los audífonos del niño.
- Sistemas FM dentro de las aulas. Este sistema es muy efectivo y Audifono.es nos explica su funcionamiento con todo detalle.
Para terminar, nos gustaría hacer un inciso en algo que a primera vista puede parecer insignificante, pero que puede llegar a ser una magnífica solución para un problema: el de levantarse por las mañanas, como hacemos para ir a trabajar y los niños para ir al colegio.
¡Existe un despertador para hipoacúsicos! Las personas con pérdida auditiva o con un sueño muy profundo tienen problemas para oír el despertador por las mañanas y levantarse a la hora señalada. Por ello existe una gran variedad de estos despertadores dotados de una alarma excesivamente potente (que llega hasta los 100 decibelios), vibración y señales luminosas parpadeantes.
También se pueden encontrar en el mercado despertadores / vibradores con conexión bluetooth para poner debajo de la almohada. Conectados a la alarma de nuestro teléfono móvil, su zumbido regulable en intensidad nos despertará sin ningún problema.
