¿Qué es timpanoplastia y por qué se realiza?

El tímpano es una pieza clave de nuestro sistema auditivo y juega un papel muy importante en todo el proceso de la audición. Esta membrana, que separa el oído medio del oído externo y posibilita que las ondas sonoras lleguen hasta el cerebro, tampoco está exenta de dañarse. Cuando sufrimos una ruptura del tímpano, lo que se conoce como perforación de la membrana timpánica o más comúnmente “perforación de tímpano”, este órgano se rasga y queda perforado, agujereado.

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Son diversas las causas que puede provocar una perforación timpánica, pero entre las más frecuentes se pueden encontrar:

Una infección severa de oído u otitis. Provoca una acumulación de líquidos en el oído medio y la presión de éstos sobre el tímpano hacen que se rompa.
Un barotrauma o barotraumatismo de oído. Se produce cuando los cambios de presión, al ser esta intensa, producen daño físico en el oído y el tímpano puede llegar a romperse.
Un golpe o traumatismo directo en el oído.
Un traumatismo acústico, como los que originan los sonidos muy fuertes, las ondas expansivas, las detonaciones o las explosiones.
Un objeto extraño dentro del oído. El uso de hisopos de algodón o instrumentos para limpiar los oídos pueden llegar a desgarrar o perforar el tímpano.
Un traumatismo craneoencefálico severo puede causar daño al tímpano o dislocar estructuras del oído.

Sea cual fuere la causa, si el tímpano llega a perforarse o romperse, nuestro oído quedará desprotegido ante posibles infecciones, bacterias, sustancias extrañas y frente al agua. Lo primero que sentiremos será un repentino y fuerte dolor de oído. Después, existen otros síntomas que podemos llegar a experimentar:

Pérdida de audición o hipoacusia
Ruidos altamente molestos dentro del oído
Sangrado o secreciones de pus a través de él
Zumbido de oído o tinnitus
Mareos, vértigo, náuseas y vómitos

Es obvio que si has pasado por alguna de estas causas y después has tenido alguno de estos síntomas, has de recurrir al especialista cuanto antes. Puede ser que sólo sea un traumatismo o puede que el tímpano se haya roto.

¿Qué es una timpanoplastia y en qué consiste?

Fuente: Wikimedia

Después de haber hecho la anterior composición de lugar, vayamos directamente a hablar sobre este término médico.

Una timpanoplastia es un tipo de intervención quirúrgica, que puede ser de diferentes tipos, y consiste en reparar y reconstruir la membrana del tímpano para cerrar una perforación existente en ella, restableciendo la normal transmisión del sonido al cerebro. Si también fuera necesario recolocar los huesecillos del oído medio situados tras el tímpano, ya que también se hubiesen visto afectados, necesitaremos una osiculoplastia. Pero como decía aquel, “eso es otra historia”.

Si se rompe el tímpano, por lo general suele curarse en pocas semanas por sí mismo y sin tratamiento. Pero hay algunas ocasiones en las que sí es necesario recurrir a la timpanoplastia.

Cuando se ha diagnosticado la perforación y antes de tener que recurrir a este método, es cierto que existen otras opciones para solucionar la rotura timpánica. Será nuestro especialista quien decida sobre cuál es la mejor y esperará al menos seis semanas para recomendar o no la cirugía.

Si finalmente opta por la timpanoplastia, nos realizará un injerto en el tímpano para cerrar el orificio producido en él. El injerto, a modo de pequeño parche, procederá de nuestros propios tejidos. La fascia temporal es el tejido predilecto por los especialistas para realizar este tipo de intervenciones, como se puede ver en este texto médico de SEORL, la Sociedad Española de Otorrinolaringología.

La timpanoplastia se lleva a cabo de manera ambulatoria, con anestesia general tanto en adultos como en niños, normalmente suele tener una duración de entre dos y tres horas, y se realiza a través de una pequeña incisión en la parte trasera de la oreja.

La página web de Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, nos explica perfectamente el procedimiento completo de esta intervención a través de una serie de ilustraciones.

Postoperatorio y cuidados tras una timpanoplastia

Tras una intervención de estas características, como decíamos, por regla general no es necesaria la hospitalización. El paciente es probable que sufra algún tipo de molestia en el oído intervenido, pequeños mareos, adormecimiento de la cara debido a la anestesia o, rara vez, alguna hemorragia.

Durante la primera semana, durante la que es normal que se noten dolores punzantes o chasquidos en el oído, deberá llevarlo taponado con un tapón o algún tipo de apósito, además de seguir algunos cuidados que ha de llevar a rajatabla:

Ha de mantener el oído afectado siempre completamente seco, evitando a toda costa que le entre agua. Para ello puede taparlo al ducharse con un tapón de silicona o un algodón cubierto de vaselina. El nadar puede (y debe) esperar.
Nunca ha de limpiarse el oído hasta que el médico le indique lo contrario.
Debe evitar tocar el oído y sonarse la nariz. Si tiene que hacerlo, mejor con la boca abierta, ya que la presión puede volver a dañar el tímpano.
No es bueno someter el oído a cambios de presión, por lo que no son nada recomendables por el momento los viajes en avión, por ejemplo.
Si el oído realiza alguna secreción ha de limpiarlo con suavidad.

Debe evitar sonidos altos y molestos, así como los lugares muy concurridos.
Ha de intentar evitar los catarros y resfriados.
Reposar en casa durante unos 3 días.
Evitar la realización de esfuerzo físico y deporte hasta que el médico lo permita.
Dieta blanda y en cantidad moderada las primeras 24 horas tras la intervención.

Después de la timpanoplastia existen, aunque poco frecuentes, algunos riesgos en adultos, como puede ser una infección local postoperatoria, que no haya mejora auditiva, que aumente la hipoacusia, que se pierda el injerto y la cirugía no tenga éxito, o algún tipo de daño en el nervio facial o en el que controla el sentido del gusto. Lo que sí es común es que la reparación de la membrana timpánica tenga éxito en el 90 % de los casos, además de que las cicatrices que deja no son antiestéticas por ser muy poco visibles.

Alguno de los que nos leéis puede estarse preguntando cuál es el tiempo estimado de baja laboral tras someterse a una timpanoplastia. La mayoría de los pacientes pueden volver a su rutina habitual y a sus puestos de trabajo transcurridas 1 ó 2 semanas, aunque bien es cierto que si su actividad laboral requiere de una intensa actividad física o de la carga de peso, es posible que tenga que transcurrir más tiempo para su incorporación.

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