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¿Cómo calibrar audífonos para la pérdida auditiva?

Asegurarse de que los audífonos se encuentren adecuadamente calibrados en función de las necesidades del individuo es algo esencial para que este pueda gozar una audición óptima. Por eso resulta tan esencial su calibración de acuerdo a las necesidades específicas de cada persona, sus preferencias y su estilo de vida. Por ejemplo, no es lo mismo calibrar un audífono para una persona que padece presbiacusia que para una con hipoacusia bilateral.

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Por este motivo, cuando se dan problemas como la percepción de sonidos más fuertes o agudos, o de escuchar silbidos, es una clara muestra de que se necesita calibrar los audífonos de nuevo. Un calibrado que, por regla general, implica un reajuste del volumen, de frecuencia o algunos parámetros adicionales que pueden ayudar a que la persona escuche de forma más cómoda y clara. 

Además, el calibrado de los audífonos varía a lo largo del tiempo. La primera vez en que resulta necesario calibrarlos es en el momento de la compra, momento en el que se hace la primera adaptación. Sin embargo, con el paso del tiempo, y a medida que se realicen las revisiones auditivas de forma periódica, será necesario un recalibrado para adaptarse a la nueva situación auditiva de la persona. 

Pasos para calibrar audífonos para la pérdida auditiva

Aunque es cierto que la mayoría de audífonos actuales permiten ser adaptados con facilidad por el usuario incluso desde una aplicación móvil, esto no significa que se haya producido una completa calibración como la que llevan a cabo los profesionales audioprotesistas. Se trata únicamente de intervenciones para el mantenimiento habitual de los audífonos que, junto con su limpieza periódica, permiten que estos tengan un funcionamiento adecuado durante un tiempo prolongado.

Como ya hemos dicho, calibrar los audífonos es labor del audioprotesista, que se encarga de realizarla haciendo uso del equipo especializado para que el aparato se adapte completamente a las necesidades del individuo. Algo que no solo implica que este podrá escuchar lo mejor posible, sino que también estará protegido frente al ruido que pueda ser molesto e incluso pueda llegar a provocar un daño mayor a los oídos de forma prolongada.

Consideraciones durante el proceso de calibración

Teniendo en cuenta que el uso de audífonos es algo prolongado en el tiempo lo habitual es que se realice una revisión auditiva cada seis meses o cada año, en función de la patología del paciente. Por este motivo, la calibración de los audífonos tras esta revisión resulta esencial para garantizar que el paciente obtiene una calidad del sonido óptima

Durante esta calibración se tienen en cuenta aspectos como:

  • Sonidos suaves
  • Sonidos fuertes
  • La voz del paciente
  • El ruido de fondo
  • Situaciones de la vida cotidiana

Pero, ¿por qué es tan importante esta calibración? Porque con unos audífonos mal calibrados la persona puede experimentar molestias que pueden afectar a su audición como:

  • Zumbidos o silbidos: Si no encaja bien en el canal auditivo se pueden dar este tipo de molestias, sobre todo al realizar acciones como masticar o peinarse.
  • Ruidos de fondo: Si no se ha tenido en cuenta el entorno en el que se mueve habitualmente la persona.
  • Sonido demasiado fuerte: Si se ha elegido mal el audífono o la calibración no ha sido adecuada. Los sonidos muy altos pueden generar molestias e incluso afectar a la salud auditiva.

Beneficios de una calibración precisa

Los beneficios que aporta a la persona el hecho de calibrar los audífonos de forma adecuada   por parte de un profesional podemos resumirlos de la siguiente manera: 

  • Prevención de la fatiga auditiva: El utilizar unos audífonos mal calibrados puede causar problemas de fatiga auditiva, con síntomas como el dolor de cabeza o tinnitus. De producirse durante un largo período de tiempo puede incluso llegar a derivar en otros problemas de salud auditiva a largo plazo. 
  • Mejora de la calidad de vida: Tener la posibilidad de escuchar de forma cómoda en cualquier situación contribuye sin duda alguna a la mejora de la calidad de vida del individuo, ya sea en su día a día en el hogar como en el trabajo o cualquier otra situación. 
  • Mejor adaptación a distintos ambientes: Un buen calibrado aporta seguridad a la persona en distintos ambientes, no importa lo ruidosos o multitudinarios que estos sean. Lo importante es brindarle una experiencia auditiva todo lo natural posible.

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