¿Qué son los hongos en los oídos o la otomicosis?

Una micosis es una infección que puede afectar a cualquier parte de nuestro organismo y está producida por hongos microscópicos. El prefijo Oto-, proveniente del griego, hace referencia al oído. Así que si unimos ambas tenemos la palabra otomicosis, que es una infección de la piel del conducto auditivo externo causada por bacterias y hongos, siendo los más comunes los géneros Aspergillus, Cándida y Pseudomona. También se la denomina otitis externa fúngica u otitis micótica y en determinados casos puede llegar a afectar también al oído medio, lo que requeriría de un tratamiento inmediato.

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Los hongos en los oídos representan un 10% de todas las otitis externas, afectando a personas de cualquier edad, raza y sexo. En adultos, a partir de los 50 años es más normal que se den en mujeres que en hombres. Además, algunas enfermedades cutáneas, como la psoriasis, el eczema o la seborrea, favorecen que el hongo Aspergillus se establezca patológicamente en el oído.

Causas de la otomicosis

Cuando los hongos nos causan una otomicosis, lo primero que nos preguntamos es ¿de dónde vienen los hongos de mis oídos? ¿Cómo es posible que los tenga? No le demos muchas vueltas, ya que la respuesta es más sencilla de lo que podemos pensar.

Existen factores de riesgo que potencian la proliferación de los hongos y bacterias que produce esta infección, además de que son comunes y cotidianos. Por lo general suelen ser:

La limpieza excesiva de cerumen de las orejas y oídos, que es un protector natural, o alteraciones en la producción del mismo.
Todo lo contrario: el tener una mala higiene auditiva.
El hurgarse o rascarse en exceso en los oídos y las orejas, sobre todo en climas calurosos, tropicales o épocas húmedas.
Un desgarro, producido por una uña, por objetos como una horquilla o el roce por una mala colocación de audífonos pueden desencadenar una infección de este tipo. El limpiarnos con bastoncillos puede tener el mismo resultado.
Humedad excesiva ocasionada por los excesivos baños veraniegos.

Humedad excesiva ocasionada por los excesivos baños veraniegos.
La sudoración excesiva o el trabajar en entornos húmedos y calurosos tampoco son nada buenos para nuestros oídos, pero sí para los hongos.
Pequeños traumatismos.
El uso de cascos, tapones o aparatos auditivos.
Alteraciones de la piel en el conducto auditivo externo.
Cambios del PH en el oído.
Antecedentes de otitis externa.
Dermatitis de contacto, externa o seborreica.
Eccema o psoriasis.

Hay que destacar que los bebés y los niños son los más propensos a padecer hongos en la oreja y el oído, ya que son los más proclives a tocárselos, introducir objetos en ellos y a jugar en el agua, ya sea en la bañera o en los meses de verano, cuando pasan tanto tiempo metidos en el agua.

Y ahora que mencionamos “agua”: ¡mucho cuidado también los buceadores y los nadadores! Su constante contacto con este medio puede producirles el mismo efecto que a los más pequeños, ya que hace que se acumule humedad y quede atrapada en el conducto auditivo externo, permitiendo la proliferación de microorganismos.

Síntomas y diagnóstico

Si llegamos a padecer de hongos en los oídos, lo primero que sentiremos en el afectado será la incómoda sensación de tener un cuerpo extraño dentro. Los síntomas más normales que pueden seguir son:

Escozor, picor constante e intenso e hinchazón.
En ocasiones, dolor moderado o intenso.
Descamación de la piel del conducto auditivo y enrojecimiento.
Exudación de pus por el oído u otorrea.
Exceso de cerumen.
Excoriación, eritema.
Dificultades para masticar.
Dolor de cabeza.
Dificultad para oír o hipoacusia.
Taponamiento de oídos.
Tinnitus. También los hongos en los oídos producen mareos.

Este tipo de infección se detecta principalmente en el conducto auditivo externo, aunque cabe la posibilidad de que pueda trasladarse al oído medio.

Si notamos algunos de estos síntomas debemos acudir lo antes posible al audiólogo o al otorrino para que nos realice un diagnóstico correcto y nos recete el tratamiento adecuado. Ten en cuenta que la otomicosis no suele desaparecer por sí sola.

El diagnóstico correcto se llevará a cabo tras una exploración física (examinará el interior de nuestro oído con un otoscopio) y el resultado de los análisis que nos realizarán de las muestras obtenidas de nuestro conducto auditivo externo. Esta analítica determinará si la infección es fúngica o bacteriana.

Tratamiento y remedios para los hongos en los oídos

Como siempre solemos recordar, el mejor tratamiento es la prevención. Para evitar los hongos son muy adecuados una buena higiene auditiva, el secar muy bien los oídos después de mojarlos o exponerlos a la humedad y una completa revisión auditiva por lo menos una vez al año.

También es reseñable que algunas personas con un sistema inmunológico débil son más propensas a diversas enfermedades, como las otomicosis o las otitis. Por esta razón, los hábitos saludables para conseguir un sistema inmune más fuerte son más que adecuados.

Para saber cómo se quitan los hongos de los oídos, te mencionamos los tratamientos más indicados y habituales que nos puede recomendar el especialista:

Limpieza a fondo de la zona afectada.
Aspiración de los hongos en el oído. La llevará a cabo el otorrino y los eliminará por completo, así como todas las secreciones y suciedad que tengan.
Gotas específicas para la otomicosis, que limpiarán el conducto auditivo externo. (Bifonazol, clioquinol o clotimazol).
Medicamentos antifúngicos, fármacos específicos por vía oral y antibióticos (en los casos más graves). Principalmente, sus principios activos suelen ser azol, ácidos bórico y ureaacético, mercurocromo, anfotericina o acetato de aluminio, entre otros.

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También existen algunos remedios naturales caseros para el dolor de oído que produce este tipo de infección, en los que los protagonistas son elementos tan simples como el ajo, la cebolla, el aceite de oliva, el jengibre o el agua oxigenada.

Para terminar, es probable que te estés preguntando alguna cosa más sobre este tema. Por si podemos serte de ayuda, no queremos dejar de comentar un par de puntos más.

El primero es mencionar que los hongos y otras infecciones de los oídos, en sí, no son contagiosos. Lo que sí se contagia son las enfermedades que los provocan, como un resfriado.

El segundo punto es dar respuesta a una pregunta: ¿puedo utilizar mis audífonos si padezco de hongos? Si estás afectado de otomicosis y eres usuario de prótesis auditivas deberás dejar de usarlas hasta que la enfermedad esté completamente curada. En ese momento podrás volver a utilizarlos.

¿Qué son los hongos en los oídos o la otomicosis?

Causas de la otomicosis

Síntomas y diagnóstico

Tratamiento y remedios para los hongos en los oídos

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